Mensajes clave

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La meta 18 de Aichi para la diversidad biológica del Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020 se refiere al conocimiento tradicional y el uso consuetudinario sostenible. Lamentablemente esta meta no fue alcanzada. El continuo desprecio hacia las contribuciones vitales de los pueblos indígenas y de las comunidades locales (PICL), a la conservación y al uso sostenible de la diversidad biológica, incluidos las estrategias sobre la diversidad biológica y sus planes de acción, constituyen una gran oportunidad que ha sido perdida para el Decenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica 2011-2020. Este descuido se ve reflejado en el bajo rendimiento de las 20 Metas de Aichi para la Diversidad Biológica, y da lugar a lecciones fundamentales por aprender que permitan asegurar el futuro de la naturaleza y de las culturas.

Las culturas y los derechos de los pueblos indígenas y las comunidades locales deben ponerse al centro de la estrategia de la biodiversidad para 2050, permitiendo así que se logren las metas para los medios de vida y el bienestar sostenible, y ayudando a la generación de resultados positivos para la diversidad biológica y el clima.

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La superación del dualismo, la separación y los desequilibrios en las relaciones entre los seres humanos y la naturaleza es fundamental para abordar las crisis de la biodiversidad y la salud, incluido el aumento de las enfermedades zoonóticas y las pandemias. Las interacciones y asociaciones continuas entre las ciencias y los sistemas de conocimiento indígenas y locales, que incluyen a las mujeres, los hombres, los ancianos y los jóvenes, están enriqueciendo soluciones que permitan hacer frente a los problemas contemporáneos a través de perspectivas fundamentadas en el holismo y la reciprocidad.

Las formas indígenas de saber y ser evocan e inspiran nuevas narrativas, visiones y trabajos conjuntos sobre la cultura y la naturaleza dentro de una Tierra viva y sagrada.

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Los valores, las formas de vida, el conocimiento, los sistemas de gobernanza y manejo de los recursos, las economías y las tecnologías de los pueblos indígenas y las comunidades locales tienen mucho que ofrecer para re-imaginar diversos sistemas mundiales que puedan resultar en visiones compartidas de solidaridad, sin dejar a nadie atrás.

Los pueblos indígenas y las comunidades locales proponen cambios hacia relaciones más equilibradas dentro de las sociedades y con la naturaleza a través de seis transiciones clave:

  • Transiciones culturales hacia diversas formas de saber y de ser.
  • Transiciones de tierras para asegurar la tenencia consuetudinaria de la tierra de los pueblos indígenas y las comunidades locales.
  • Transiciones de la gobernanza hacia la toma de decisiones inclusiva y un desarrollo libremente determinado.
  • Transiciones financieras e incentivos para recompensar soluciones efectivas basadas en la cultura.
  • Transiciones económicas hacia el uso sostenible y las economías locales diversas.
  • Transiciones alimentarias hacia la revitalización de los sistemas alimentarios indígenas y locales.

Estas transiciones se han convertido en imperativos para la supervivencia de los pueblos indígenas y las comunidades locales, y la salud de la gente y el planeta. Son visiones intergeneracionales que honran las luchas históricas y la sabiduría de las generaciones pasadas, que se basan en la experiencia y las innovaciones de las generaciones que viven hoy en día, y que incorporan el legado y las esperanzas para las generaciones futuras. Además, contribuyen al esfuerzo conjunto de la humanidad para salvar nuestro hogar común.