5.ᵃ Parte

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Una mujer Ifugao cruza un puente colgante en su camino a recolectar plantas de arroz jóvenes para trasplantarlas a uno de los dos campos de arroz de su familia en Filipinas. Cortesía de: Chris Stowers.

Las contribuciones de los pueblos indígenas y las comunidades locales a la visión para 2050

Caminando hacia el futuro siguiendo los pasos de nuestros ancestros

«La visión 2050 de vivir en armonía con la naturaleza expresa una visión cultural profunda acerca de una relación transformada entre los seres humanos y la naturaleza, en donde la naturaleza se valora, conserva, restaura y utiliza en forma racional, manteniendo los servicios de los ecosistemas, sosteniendo un planeta sano y brindando beneficios esenciales para todos.

En la Visión de 2050, los futuros de la naturaleza y la cultura están inextricablemente ligados, fluyendo inevitablemente de la co-evolución histórica de la naturaleza y los humanos.»

— Declaración del Foro Internacional Indígena sobre Biodiversidad, agosto de 2019, Nairobi

«La naturaleza necesita medidas urgentes. Necesitamos actuar ahora para proteger nuestra biodiversidad. No podemos perder más tiempo. El reconocimiento de nuestros derechos para gobernar nuestros propios territorios y practicar nuestro conocimiento contribuye a la resiliencia de la comunidad y los ecosistemas. Como guardianes y defensores de la Madre Tierra, instamos a todos los gobiernos a actuar en nombre de la diversidad biológica. Véannos como la parte más valiosa de la solución y trabajen junto con nosotros hacia una nueva relación con la naturaleza, una que sane y se mantenga para todas nuestras generaciones futuras.»

— Declaración del Foro Internacional Indígena sobre Biodiversidad, febrero 2020, Roma (traducción no oficial)

Las seis transiciones ampliamente identificadas por los pueblos indígenas y las comunidades locales como vías críticas en la transformación de los sistemas culturales, sociales, políticos, económicos y tecnológicos para asegurar su bienestar en el siglo XXI, se han convertido ahora en imperativos para la salud continua de la biosfera, ya que sus límites son traspasados por el crecimiento económico moderno, que conduce a una pérdida de la biodiversidad y al cambio climático sin precedentes.

La naturaleza y la cultura están protegidas mediante la gobernanza y la tenencia segura de la tierra de los pueblos indígenas y las comunidades locales

Los pueblos indígenas y las comunidades locales sostienen las relaciones culturales que afirman la vida como algo fundamental para el futuro de la naturaleza. La diversidad cultural va de la mano con la diversidad biológica, ya que viven su vida cotidiana en diversos ecosistemas. Gran parte de la biodiversidad restante del mundo que se encuentra en las tierras y aguas de los pueblos indígenas y las comunidades locales se ha nutrido a través de sus distintas relaciones con la naturaleza. Asegurar su custodia continua de estos territorios y recursos requiere que los Estados reconozcan y garanticen legalmente la seguridad de la tenencia colectiva de la tierra de los pueblos indígenas y las comunidades locales y respeten sus instituciones y prácticas de gobernanza continua.

«La promoción de los derechos de los pueblos indígenas a nuestras tierras, territorios, recursos y sistemas de gobernanza, la aplicación de soluciones basadas en los ecosistemas y la cultura, así como la incorporación y la integración de esas soluciones en los paisajes naturales y los paisajes marinos modificados por el ser humano serán fundamentales para hacer frente tanto a la crisis de la diversidad biológica como a la del clima. Además, garantizar nuestros derechos a la utilización consuetudinaria sostenible, especialmente la soberanía alimentaria, es esencial para lograr los tres objetivos de este Convenio. En su calidad de titulares de derechos y de conocimientos, la participación en los beneficios deberá incluir los recursos biológicos y los servicios de los ecosistemas.»

— Declaración del Foro Internacional Indígena sobre Biodiversidad, febrero 2020, Roma (traducción no oficial).
A man holds up a small species of frog, an example of the biodiversity of the Ecuadorian rainforest. Credit: James Morgan.
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Un hombre sostiene una pequeña especie de rana, un ejemplo de la biodiversidad de la selva ecuatoriana. Cortesía de: James Morgan.
IPLC solution tree for the renewal of nature and cultures. Credit: artwork by Agnès Stienne.
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Árbol de soluciones de los PICL para la renovación de la naturaleza y las culturas. Ilustración de Agnès Stienne.

Las acciones colectivas de los pueblos indígenas y las comunidades locales ofrecerán múltiples beneficios para las personas y el planeta

Los pueblos indígenas y las comunidades locales, guiados por sus culturas y sistemas de gobernanza, manejan sus tierras y recursos por medio de prácticas de uso consuetudinario sostenible, para cubrir de esta manera sus valores de subsistencia y a la vez participar de los mercados. La revitalización de los sistemas alimentarios indígenas y locales se considera de vital importante para la cultura, la diversidad biológica, la salud, la generación de medios de vida para los jóvenes y las mujeres a través de empresas sociales innovadoras y para estimular las economías locales que vinculan el desarrollo rural y urbano.

El año de 2020 fue planeado y pensado como un “super año” para la naturaleza y la biodiversidad, incluida la adopción de una nueva estrategia mundial de diversidad biológica orientada al futuro hasta 2050 en la decimoquinta reunión de la Conferencia de las Partes (COP15) del CDB en China. La pandemia COVID-19 ha sobrepasado y ensombrecido un calendario repleto de procesos y eventos dedicados a la diversidad biológica. La pandemia del COVID-19 revela múltiples interacciones y una profunda fragilidad sistémica en los sistemas humanos y naturales. La creciente frecuencia de pandemias y nuevas formas de enfermedades zoonóticas (aquellas que pueden transmitirse de los animales a los humanos) causadas por coronavirus y otros vectores, resalta los desequilibrios en nuestras relaciones con la naturaleza, que deben abordarse más allá del marco temporal inmediato de la emergencia sanitaria actual. Un rápido «retorno a la normalidad», con sus múltiples desequilibrios y vulnerabilidades en los sistemas de salud humana, los sistemas alimentarios, los sistemas económicos y comerciales, los sistemas financieros y los sistemas sociales y políticos, podría profundizar la crisis existente de nuestra salud humana y la crisis planetaria.

Los problemas sistémicos e interrelacionados están desafiando a la humanidad a explorar nuevos caminos hacia la visión de vivir en armonía con la naturaleza para 2050, y más allá. La estrategia de diversidad biológica 2050 debe prever un futuro que se aleje radicalmente del «corto plazo» que ofrecen las soluciones rápidas, y que por el contario acoja soluciones holísticas a largo plazo.

Las seis transiciones identificadas por los pueblos indígenas y las comunidades locales como vías críticas para la transformación, en diversas formas de conocimiento y de ser, en la tenencia segura de la tierra, en la gobernanza inclusiva, en las finanzas e incentivos responsables, en las economías sostenibles y en los sistemas alimentarios locales, se han convertido ahora en imperativos para transformar nuestros sistemas sociales, culturales, económicos, políticos y tecnológicos en decadencia.

Estas transiciones son visiones intergeneracionales que honran las luchas históricas y la sabiduría de las generaciones pasadas, basadas en la experiencia y las innovaciones de las generaciones vivas de hoy, y encarnan el legado y las esperanzas de las generaciones futuras.

Las historias y experiencias compartidas en este informe son solo una muestra de las innumerables acciones que están tomando los pueblos indígenas y las comunidades locales en todo el planeta. El apoyo de los gobiernos y otros agentes a las acciones colectivas de los pueblos indígenas y las comunidades locales podría estimular alianzas estratégicas para el cambio y permitir que los pueblos indígenas y las comunidades locales multipliquen sus contribuciones a la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad, a la mitigación y adaptación al cambio climático y al desarrollo sostenible.

Todos somos los ancestros futuros, desafiados para renovar la Tierra para las generaciones futuras. Este es el esfuerzo conjunto de la humanidad para salvar nuestro hogar común.

Hadza men eat honey from combs collected during a hunt in Gideru Ridge System, Tanzania. Credit: Robin Hammond.
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Los hombres Hadza comen miel de panales recolectados durante una cacería en Gideru Ridge System, Tanzania. Cortesía de: Robin Hammond.